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Entre el deporte, el fútbol y mi vida

Daniel Ráquira González - Analista de Nuevos Negocios
Tacos de fútbol

En primer lugar, quiero arrancar presentándome. Mi nombre es Daniel Ráquira, soy economista y profesional en Gobierno y Asuntos Públicos. Además de eso, más allá de todo lo académico o laboral que me pueda describir, me gusta considerarme deportista y he jugado, practicado y disfrutado del fútbol desde los 5 años. Mi padre fue futbolista, por lo que el amor a ese deporte lo tengo desde el día uno de mi vida y seguramente lo llevaré hasta el último. Sinceramente, el fútbol y el deporte es parte de mi formación desde muy muy pequeñito, de tal forma que llega a ser algo más que mi hobby.

 

Durante mis “años gloriosos” como me gusta llamarlo, hice parte de las Divisiones Menores de Independiente Santa Fe y del Club Deportivo Maracaneiros. En estos equipos logré ser capitán y en varias ocasiones alcé los trofeos más importantes a nivel distrital como lo son la Liga Bogotá, el torneo Suroriente y el Futuras Estrellas, más conocido como Olaya Juvenil. Así también logré participar en el torneo Nacional sub-16 y presentarme en microciclos de la Selección Bogotá y de la Selección Colombia juvenil. Como pueden ver, era mi sueño y proyecto de vida, jamás hubiera pensado que terminaría siendo economista en ningún momento, pero la vida da vueltas.

 

Un 28 de mayo del 2018 sufrí una grave lesión en mi rodilla izquierda durante el torneo Nacional. Resulta que un mal movimiento me dejó un saldo de 3 lesiones en una sola: ruptura del ligamento cruzado anterior, ruptura del ligamento colateral lateral y lesión meniscal. Eso, cambió mi vida por completo. Luego de la operación, el dictamen médico de primera opinión fue muy claro “no puedes volver a jugar fútbol ni algún otro deporte de contacto”. Era un niño de 16 años que lo único que hacía en su vida era practicar este deporte y de un día para otro simplemente se lo cortaron.

Juego de fútbol

Sin embargo, logré replantear mi vida y tomé la decisión de estudiar mis dos carreras que llenaban parte de esa ausencia que me había dejado el deporte. A pesar de esto, como les he venido mencionando, el deporte era tan intrínseco en mi vida que algo tenía que hacer. Por tanto, tuve 9 meses de terapias y una recuperación de 1 año y medio para lograr recibir el alta médica para los deportes en contra de cualquier pronóstico. Si bien es cierto que ya no era mi proyecto de vida, se volvió mi “lugar feliz”, ese lugar donde acudimos cuando todo se está cayendo. Durante mi vida universitaria entré a la selección de mi Universidad y estoy seguro de que el bienestar que me otorgaba la competencia y el deporte me ayudó a “sobrevivir” al estrés académico; el fútbol es el deporte que amo y lo que balancea y balanceará mi vida.

 

Entonces sí, hoy puedo jugar fútbol, aún lo hago y me reúno todos los viernes, sábados y domingo con esos amigos de la vida que me dejó el deporte a practicarlo en diferentes modalidades (fútbol 5, fútbol 7 y fútbol 11). Si me preguntan que haré el fin de semana o cuáles son mis hobbies, ¡ya saben la respuesta! Claro que tengo otros gustos, otros hobbies, por ejemplo, me encanta la música, la fiesta, el baile y los viajes. Aunque, cuando pienso en todas estas actividades, de cierta forma cualquiera me trae de vuelta a esa etapa de mi vida que añoro y amo mucho. Si se preguntan cómo esas otras se relacionan, les doy unos pequeños ejemplos: Musiquita en el gimnasio o antes de cada partido, baile en la celebración de gol (aunque nunca celebren con un vallecaucano si son de la capital, se van a ver un poco tiesos), rumba luego de un triunfo importante o los viajes que hacíamos por Colombia para jugar partidos. Créanme, el mundo del fútbol es una vaina tan integral que ni se imaginan todo lo que uno aprende y con todos los aspectos que se vincula.

 

Ya para finalizar, me alegra contarles un poquito (o tal vez todo) de mí. Ese soy yo, tras una vuelta de la vida, un economista y profesional en gobierno de día y futbolista en la noche; cuál Batman. Ahora, solo quiero dejarles una idea y es que a veces un hobby no solo es eso; a veces un hobby es el equilibrio de tu vida. Incluso en algunos casos, no se trata solo de un pasatiempo, sino de un reflejo de tu personalidad y tu forma de ser. En mi caso, es resiliencia, perseverancia y amor; así es como entre el deporte, el fútbol y mi vida pueden conocer a Daniel Ráquira.

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