Hace 3 años empezó mi relación laboral con C & M Consultores S.A.S, participando como asistente administrativa en el proyecto de Supervisión de la Línea 1 del Metro de Lima, con el Consorcio VCB. La experiencia de ese primer trabajo siempre la recuerdo con nostalgia y cariño porque, además del desarrollo profesional que me ofrecía el contacto con otras personas y las relaciones interpersonales que se formaron, me ponía de frente con mi carácter e iba ayudándome a moldearlo para poder ser parte del grupo profesional en el cual servía en ese momento, lo que fue muy valioso para volver y trabajar en la Sucursal.

​

Meses más tarde de después de concluido el proyecto, en febrero del 2020 se me presentó la oportunidad de retomar actividades, pero esta vez para trabajar directamente en la sucursal de C & M. No voy a mentir, las primeras semanas fueron todo un reto para mí, ya que desconocía muchas cosas que realizaban en Colombia y que la Sucursal poco a poco estaba implementando. Durante las siguientes semanas ya entablaba conversaciones y generaba vínculos laborales con mis compañeros de las diferentes áreas de la empresa: administrativa, financiera, talento humano, etc. Asimismo, con el pasar de los meses tenía una mayor participación en los procesos y actividades de la organización como la gestión de recursos, las compras, escribir en el Boletín, las capacitaciones y las auditorías para certificación, por nombrar alguna de ellas. La experiencia ha sido muy emocionante y satisfactoria.

​

El pasado 11 de febrero, cumplí un año en la Sucursal, un año complicado y diferente, pero en donde siempre hubo la disposición de seguir trabajando con disciplina y, sobre todo, ser perseverante y dedicada. He aprendido mucho en estos 12 meses, habiendo pasado por muchas tareas diferentes, adquiriendo nuevas y serias responsabilidades día a día, sobre cómo funcionan los equipos y a conocer a las personas y darme cuenta de que el trabajo es como un segundo hogar, donde tienes compañeros, aliados y amigos.