Para quienes estamos en el mundo de la tecnología (y cada vez más también para quienes no lo están), se ha vuelto común ver y hablar de UX como un componente básico a tener en cuenta al momento de desarrollar nuestros proyectos. Pero, ¿qué es UX?

 

Como acrónimo del inglés user experience, UX hace referencia a la experiencia del usuario, es decir, a cómo vive y experimenta un usuario el uso de productos y servicios. Comúnmente UX es confundido con usabilidad, que es la idea de que una persona normal use un producto sin que este proceso sea frustrante o incómodo. En otras palabras, usabilidad es asegurarse que las cosas funcionen bien y sean fáciles de usar. Pero UX va más allá y ha crecido para acomodar también todas las facetas de la experiencia de usar un producto.

 

Según Peter Morville, pionero en el campo de UX, existen siete factores que pueden describir la experiencia de usuario: que un producto sea útil, usable, deseable, fácil de encontrar, accesible, creíble y valioso. Veamos qué significa para la experiencia de usuario cada una de estas facetas:

 

Útil

Si un producto no es útil, es probable que no pueda competir en un mercado lleno de productos útiles y con algún propósito. Para lograr esto, el producto o su contenido deben ser originales y satisfacer una necesidad.

 

Usable

Como lo dijimos anteriormente, cuando se piensa en UX generalmente se piensa en usabilidad. La facilidad de uso es vital pero no es suficiente.

 

Deseable

¿Lo que creamos es interesante para nuestros usuarios? Elementos del diseño emocional como la identidad y la marca ayudan a trasmitir el atractivo de un producto y evocan emoción en el usuario.

 

Fácil de encontrar

Cuando de productos digitales se trata (páginas web, apps, plataformas) debemos esforzarnos por diseñar productos navegables y con elementos fáciles de encontrar, de manera que el usuario encuentre lo que busca.

 

Accesible

Algo que ya es un requisito legal en muchos territorios, la accesibilidad es proveer una experiencia que pueda ser vivida por diferentes usuarios independientemente de su rango de habilidades. Así como los edificios tienen rampas y ascensores, nuestros productos deben ser útiles para personas con discapacidades.

 

Creíble

Esta es la habilidad que tiene un usuario de confiar en el producto que se le ha provisto y en lo que nosotros les decimos acerca de este en términos de durabilidad y exactitud. Es nuestra responsabilidad asegurarnos que los usuarios se sientan seguros y protegidos en su experiencia.

 

Valioso

Cualquier experiencia debe traer valor al usuario y a nosotros como proveedores. Por más deseable o usable que sea un producto, si no existe valor en la experiencia de usuario, no hay razón para volver a usarlo.

 

En conclusión, no es necesario que todos seamos expertos en UX. Sin embargo, es importante que no perdamos de vista la experiencia en general. Estos siete aspectos claves pueden ayudarnos a cambiar la manera de ver lo que hacemos y a entender lo que puede llegar a ser una buena experiencia de usuario.