
Paula Medina
Gerente de Nuevos Negocios
Más humanos...
“Aprendió tanto de sus errores que cuando tropezaba, en lugar de caer, volaba”. Álex Rovira.
Atravesar una tormenta emocional en la vida, tiene el mismo sentido de su ocurrencia. La vida de nadie es perfecta, todos tenemos nuestros problemas, miedos, inseguridades, defectos e imperfecciones. Pero los malos momentos en la vida ocurren por algo, y es precisamente para que no volvamos a ser la misma persona de antes.
Cuando pasamos por cosas desagradables añoramos los buenos tiempos y juzgamos lo ocurrido, somos jueces de nuestro propio destino, y de nuestro propio ser. Creemos que por lo que ocurrió hemos perdido parte de nuestra esencia y mundo. Nos sentimos raros, tristes y confusos. Pero jamás logramos entender el valor que el dolor puede llegar a tener en nuestro desarrollo personal.
Aprender a punta de errores nunca será fácil, pero al menos es inolvidable. No conocemos nuestro potencial si no retamos nuestros límites. La vida es un ciclo lleno de aprendizajes, y rendirse nunca será una opción.
Vivimos en un reloj sin agujas, donde la plenitud debería ser nuestra prioridad. Por eso elige vivir sin compararte con nadie, compitiendo con "ser un mejor ser humano cada día"; sin embargo, sin darte tan duro cuando no logres algo. Elige vivir experiencias e intangibles infinitos que te llenen de sonrisas, memorias y tranquilidad. El deber cumplido de ser felices sin dejar nada fuera de la lista de sueños por cumplir, disfrutando de los pequeños detalles.

Ahora que estamos finalizando el año, es un buen momento para pensar en todo eso que nos hizo más fuertes, más valientes, más atentos… más humanos. Y es que se vale equivocarse e intentar de nuevo, se vale estar triste y levantarse más fuerte ¡Somos pura energía, así que proyecta, sueña y decreta quien quieres ser hoy ¡Recuerda que cada día es una nueva oportunidad de ser feliz!

